Publicado en 1998, tiene como protagonista a una muchacha aparentemente normal que, pese a ser bella, tener un buen trabajo y ser pretendida por diversos hombres, no es feliz. Cuando su realidad termina por agobiarla, esta joven, de nombre Veronika, toma la decisión de ponerle un fin a la vida que lleva. Su camino hacia la muerte comienza una mañana de noviembre pero, a partir de entonces, su destino cambia: Veronika descubre nuevos placeres y halla, de este modo, las bases que le dan sentido a su existencia. Aunque el ser humano siempre tiene la posibilidad de optar entre salir adelante o abandonar la lucha, en el caso de Veronika quizás ya sea demasiado tarde para arrepentirse.
OPINIÓN
Se trata de un libro de "auto-ayuda" con el que, mediante una historia que va evolucionando, se pasa de un estado ansioso de morir, hasta el deseo de despertar cada mañana y saber que estás vivo. Veronika nos cuenta como es su vida, es joven, con una larga vida por delante, pero es demasiado monótona. Trabaja en una biblioteca, todos los días almuerza a la misma hora, etc, siempre lo mismo. Por ello, decide tomar unas cuantas cajas de pastillas para dormir y así terminar con su vida, con la mala suerte de que la encuentran antes de que las pastillas la hayan matado y va dirigida directamente a un psiquiátrico. Las pastillas no la han matado, pero le han causado graves trastornos cardíacos, le queda aproximadamente una semana de vida. A partir de ahí es cuando ella va descubriendo la belleza de la vida, que cada día cada hora, cada minuto y cada segundo tienen un valor incalculable. Veronika, con tan sólo unos días de vida por delante, se encuentra encerrada en un psiquiátrico, pero a pesar de todo, le inundan las ganas de vivir. Y hasta aquí puedo contar. Si queréis conocerlo, sólo tenéis que leer el libro, que seguro que os gustará porque a mi me encantó.
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